Majan en pride, con la policía antidisturbios detrás de ella.

Las locas marchando con orgullo

Archivo personal de Majana, recuperado por «La Negra»

Durante los ochentas se había gestado un movimiento por la liberación gay, conformado especialmente por grupos de hombres homosexuales como: el grupo de discusión en arte, teatro y poesía de la biblioteca cristiana Emmanuel Mounier, el grupo de Guillermo Cortés en La Cuquera en la que se ofrecía apoyo cultural, alimentación y vivienda a hombres gay y el grupo conformado por León Zuleta, Víctor Hugo Duque, Guillermo Cortés, Manuel Ernesto Rodríguez, Leonardo Vidales, entre otros, al que más adelante se integró Manuel Antonio Velandia, conocidos especialmente por la distribución de la revista Ventana Gay (Hurtado, 2010).

En 1982 y 1983 se desarrollan las primeras manifestaciones por la liberación gay, a la cuales asistían tan solo un par de personas. A pesar de ésto la época gestó una fuerza impulsada por los movimientos internacionales de gays y lesbianas. Entrados los noventa, sin embargo, esta fuerza se vio disminuida por el sida y la violencia (Hurtado, 2010). Fue una época de dolor por la perdida de amigos, sumada a la constante amenaza por parte de grupos paramiliares y “escuadrones de la muerte”. Por ejemplo, a Manuel Ernesto Rodríguez y Manuel Antonio Velandia les arrojan una granada por la ventana con la intención de asesinarlos.

Afortunadamente sobreviven, pero por seguridad deciden seguir con su lucha desde otros territorios optando por el exilio (Velandia, 2015). A su vez, el 23 de agosto de 1993 es asesinado León Zuleta. El pionero en la lucha, quien consideraba que había que “interpelar directamente al poder, la ley, el orden y la norma del macho; de luchar por superar toda sociedadque fundamenta su poder en la exclusión y la opresión. De ahí que toda acción no debería llegar hasta la simple liberación sexual, sino en lograr la conmoción de toda sociedad clasista y falocrática” (Velandia, 2015), muere tras recibir más de veintepuñaladas a modo de castigo por cometer los peores pecados de la época: ser marica y de izquierda.

Otro movimientos, especialmente lésbicos, como Triangulo Negro, empiezan a surgir y a aportar en el renacer del movimiento social en torno a los derechos de gays y lesbianas. En 1995 se presenta el que se cree fue el primer informe de violaciones a derechos humanos de homosexuales y lesbianas, en dicho informe, el abogado Germán Humberto Rincón Perfetti denunció, entre otras cosas, “una serie atropellos y discriminaciones por parte de autoridades de policía en espacios públicos y semipúblicos como parques y bares“ (Esguerra, 2002: 51). Un año después, la Corte Constitucional se pronuncia oficialmente respecto a la homosexualidad declarando que cada persona es libre de optar por su sexualidad- siendo ésta parte de la vida íntima- y que por tanto no puede ser perseguida por la ley (Gutiérrez, J., 1996, 9 abril).

Ese mismo año se celebra la primera Semana del Orgullo Lésbico y Gay en Colombia. Al año siguiente se repite bajo el nombre “Semana Cultural y Deportiva”, incluyendo en una de sus actividades un desfile por la ciclovía portando la bandera de arcoíris. Para 1998 en vez de la caminata se propone el primer Carnaval por el Orgullo Gay & Lésbico, el cual adquiere continuidad gracias al proyecto Agenda en 1999. Desde este año se presume que se consolidó y formalizó la manifestación en vía pública de las expresiones de vida no heterosexuales (Hurtado, 2010).

Inicialmente se llevo a cabo en el norte, en Chapinero y hacia la Calera, con los años retoma el recorrido de los movimientos sociales desfilando del Parque Nacional a la Plaza de Bolívar. Además de activistas, parejas, familiares, amigos, y un par de heterosexuales solidarios, que empezaron a asistir al carnaval, la presencia más visible y memorable fueron, y siguen siendo, las drag queens y transformistas: “Esta marcha cubrió la Séptima de colorido, lentejuelas, disfraces, cantos, música, en una expresión pública de la comunidad gay bogotana (Bello, 2012).

Desde entonces las marchas del orgullo gay se han convertido en el espacio por excelencia para admirar el arte drag y trsnformista, pues sus artistas, llevando el arte en el cuerpo, se encargan de alegrar la celebración de la diversidad, demostrando a todas luces que no tienen por qué sentir vergüenza de quiénes son.

Fuentes

Gutiérrez, J. (1996, 9 abril), “La Corte se pronuncia sobre el homosexualismo”, en El Tiempo, disponible en: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-321857

Esguerra, C. (2002) “Del pecatum mutum al orgullo de ser lesbiana. Grupo Triángulo Negro de Bogotá (1996-1999). Tesis para optar por el grado de antropóloga. Universidad Nacional De Colombia. Mención Meritoria.

Hurtado, C. (2010) La marcha LGBT para ampliar el canon de la ciudadanía con las diversidades sexuales requisito parcial para optar por el título de Maestría en Estudios Culturales de la Pontificia Universidad Javeriana. Disponible en: http://hdl.handle.net/10554/856.

Bello, J (2012) Tras las huellas del arcoíris El camino al reconocimiento de la identidad LGBT en la ciudad de Bogotá. Requisito para optar por el título en Historia en el la Pontificia Universidad Javeriana.Velandia, M. (Jun 02, 2007) León Zuleta: De su militancia activa a su histórico olvido. Manuel Velandia Mora: Autobiografía y artículos.

Disponible en: http://manuelvelandiaautobiografiayarticulos.blogspot.com/2007/12/len-zuleta-de-su-militancia-activa-su.html

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