La Noche y las Luciérnagas

Fotografía de Hernando Toro Botero

El fotógrafo Hernando Toro Botero desde 1993 ha expuesto y publicado su obra en numerosas revistas de fotografía, arte y cultura en Colombia y España, especializándose en retratos a personajes que se consideran marginales, entre ellos, las drag queens o transformistas. En 2017 expusó La noche y las Luciérnagas, con una serie de fotografías de artistas del drag y transformismo locales, haciendo alusión a las luces que brillan en la noche oscura. En la inauguración, que también dio pie al performance, compartieron escenario numerosas artistas nacionales de Bogotá, Cali, Medellín, entre otros.

Para la segunda versión de La noche y las Luciérnagas, organizada por el Liberatorio de Arte Contemporáneo, se incluyeron las fotografías de Ricardo Muñoz, contrastando los retratos en estudio de toro Botero, con las fotografías en distintos escenarios de Muñoz. A la inauguración también asistieron numerosos colectivos drag, entre ellos: Casa Orquídea, Colectivo Alteridades, Cultura Drag Medellín y el Movimiento Drag Cali.

Gold Plastick. Fotografía de Vera Fonseca

En el contexto de la conmemoración de la lucha por los derechos de los sectores LGBT y la reivindicación del orgullo de las disidencias sexuales y de género, se llevó a cabo la tercera versión de la Noche y las Luciérnagas en la Facultad de Artes ASAB de la Universidad Distrital. El evento, como en anteriores ocasiones, inundó la Universidad de arte drag, transformista y queer a través de diversas manifestaciones: el arte andante, la danza, el lipsync, la música y el performance de drag queens, kings (and people in between) de todo el país, y por supuesto, la fotografía de Hernando Toro.

En el escenario se mostraron propuestas artísticas supremamente varidadas que demuestran la versatilidad y potencialidad creativa de la expresión artista drag y transformista. Desde el transformismo clásico y folclórico mexicano de la elegante Cristal Mijares, la sensual danza perreo-voguera de las Tupamaras, hasta la propuesta queer musical de Ultramarica, y el performance óscuro y conceptual de Alteridades, la Universidad Distrital tuvo una larga y variada jornada de arte y entretenimiento. Nos visitaron artistas de Bogotá, Medellín, Cali y por supuesto Pereira, la ciudad invitada.

Las últimas versiones del evento se han desarrollado en el Teatro Jorge Eliecer Gaitán, ofreciendo gran visibilidad a algunas artistas locales, en pro de abrir nuevas oportunidades para ellos, ellas y elles. Aunque han existido controversias porque solo algunas artistas han recibido remuneración económica por participar, continúa siendo un espacio propicio para mostrar las potencialidades del drag y transformismo fuera de los escenarios tradicionales donde suele habitar (1).

Nota al pie

A pesar de que este evento se organice por un colectivo adscrito a una cademia de artes, es oportuno reflexionar sobre la fortuna de que el arte drag y transformista se haya mantenido al margen, al menos en la medida de lo posible, de las jartísimas discusiones sobre lo técnica y estéticamente legítimo de acuerdo a lo que la mal llamada alta cultura dictamina que es arte. Son expresiones artísticas a las que no les ha interesado la validación burguesa, ni los juicios pretenciosos de los académicos. Es un arte que así como expresa y es capaz de plasmar conceptos complejos, también divierte, alborota (o tranquiliza, para quienes hayan en éste un efecto terapéutico) y, sobre todo: entretiene. Es arte de discoteca de buena y mala muerte, de cabaret, de teatro alternativo, pero sobre todo, de «maricones», «travecas» y «areperas», que como respuesta a la exclusión sistemática, el rechazo y el prejuicio, construyeron una forma propia de expresarse fuera del canon y la norma del tan sobrevalorado buen gusto.

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